LA MUJER SAMARITANA

 

La historia de la mujer samaritana, registrada en el Evangelio de Juan, capítulo 4, nos ofrece valiosas enseñanzas sobre la gracia y el amor de nuestro Señor Jesús hacia las personas consideradas “marginadas” o excluidas en aquel tiempo. A través de esta historia, podemos extraer importantes lecciones para nuestra vida hoy:

1.   El amor y la búsqueda de nuestro Señor Jesús: 9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.  A pesar de las barreras culturales y religiosas de aquel tiempo, decidió pasar por Samaria, una región donde los judíos evitaban tener contacto con los samaritanos. Esto muestra su amor y disposición para alcanzar a todas las personas, sin importar su origen étnico o su pasado. Nos enseña que nuestro Señor Jesús busca a todos, incluso a aquellos que el mundo considera inaceptables. 1 Corintios 1: 28 También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, 29 a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.

2.   La sed espiritual y la fuente de vida: Durante su conversación con la mujer samaritana, nuestro Señor Jesús se refiere a sí mismo como la "fuente de agua viva". Él le ofrece algo más que agua física, sino agua que sacia la sed espiritual y da vida eterna. Esta enseñanza nos habla de nuestra profunda necesidad espiritual y de cómo solo nuestro Señor Jesucristo puede satisfacerla por completo. Todos somos como la mujer samaritana, sedientos de algo más en nuestras vidas, y solo nuestro Señor Jesús puede llenar ese vacío interior, esto se logra por medio de la obediencia al evangelio.

3.   La importancia de la adoración en espíritu y verdad: Durante su conversación con la mujer samaritana, Nuestro Señor Jesús le revela que la verdadera adoración no está determinada por un lugar físico o específico. Nos enseña que Dios busca adoradores que lo adoren en espíritu y verdad, es decir, la adoración enseñada por Dios (la verdad-Nuevo Testamento), para adorar en espíritu se debe principalmente nacer del Espíritu (Juan 3:5-7). Esto se logra obedeciendo el evangelio, (Marcos 16:15-16; Hechos 2:37-38). Esto nos enseña que la verdadera adoración no depende de las formas externas, sino de la verdad de Dios.

4.   El testimonio y la misión personal: 39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho. Después de su encuentro con nuestro Señor Jesús, la mujer samaritana corre a la ciudad y comparte su experiencia con los demás, invitándolos a conocer a nuestro Señor Jesús. Su testimonio personal tuvo un impacto significativo y muchas personas creyeron en Él. Esto nos enseña que todos tenemos un papel en la misión de compartir el Evangelio y llevar a otros a nuestro Señor Jesús, Marcos 16:15-16.

La historia de la mujer samaritana nos muestra el amor incondicional de nuestro Señor Jesucristo, su disposición para alcanzar a los marginados y la importancia de adorarle en espíritu y verdad. También nos enseña a llevar el mensaje de salvación a aquellos que nos rodean.

Presentado por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.

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