SUPERANDO LAS EXCUSAS: LECCIONES DE LA LLAMADA DE MOISÉS
Introducción:
El relato en Éxodo 3 y 4
revela la historia de Moisés y sus excusas al ser llamado por Dios para liberar
a los hijos de Israel. Este relato resuena con lecciones para los cristianos
modernos, desafiándonos a examinar nuestras propias excusas y prioridades en la
difusión del evangelio.
I. ¿Quién Soy Yo? (Éxodo
3:11):
Moisés comienza cuestionando
su propia capacidad para enfrentar la tarea que Dios le asigna. De manera
similar, algunos cristianos se sienten insignificantes para compartir el
evangelio. Sin embargo, Dios responde a Moisés asegurándole que Él estará con él.
Esto nos recuerda que, aunque somos imperfectos, somos instrumentos útiles en
las manos de Dios para proclamar Su verdad.
II. ¿Cuál es su Nombre? (Éxodo
3:12):
Moisés teme que la gente le
pregunte acerca del nombre de Dios. Hoy, algunos cristianos evitan compartir su
fe debido al temor de no poder responder preguntas. Sin embargo, Dios le revela
a Moisés el nombre "Yo Soy el que Soy", indicando que hay pruebas
suficientes para respaldar la existencia de Dios. Del mismo modo, los
cristianos actuales tienen recursos bíblicos y argumentos sólidos para defender
su fe.
III. Jehová No Se Te Ha
Aparecido (Éxodo 3:16-18; 4:1):
Moisés anticipa que la gente
no le creerá. En la actualidad, algunos cristianos dudan de la eficacia de
compartir el evangelio, argumentando que la incredulidad prevalecerá. Dios, sin
embargo, da a Moisés la capacidad de realizar milagros para respaldar su
mensaje. Aunque no poseemos el poder de realizar milagros hoy, contamos con el
testimonio de las Escrituras y el Espíritu Santo para persuadir a los
corazones.
IV. Soy Torpe de Lengua (Éxodo
4:10):
Moisés objeta su falta de
elocuencia como una razón para no hablar ante el pueblo. Muchos cristianos
contemporáneos comparten esta preocupación, sintiéndose incapaces de comunicar
efectivamente su fe. Sin embargo, la experiencia de Moisés nos enseña que Dios
utiliza a aquellos que dan el primer paso, y la elocuencia no es un requisito
absoluto. La Palabra de Dios es poderosa por sí misma.
Conclusión:
La lección de las excusas de
Moisés es clara: las prioridades deben incluir la propagación del evangelio.
Las excusas, ya sean por falta de autoestima, temor a preguntas difíciles o
inseguridad en la comunicación, deben ser superadas. La iglesia crece cuando
cada cristiano asume la responsabilidad de compartir la verdad de Cristo,
recordando que el juicio final considerará nuestra obediencia al mandato de
llevar las buenas nuevas.
Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro de la iglesia de Cristo que se reúne
en Barrancabermeja, Colombia.
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