SI ERES CRISTIANO ERES AFORTUNADO
Después de obedecer el
evangelio, el cristiano recibe muchas bendiciones, esto lo enseña 1 Juan 3:1-24,
somos afortunados en tener estos privilegios, que el mundo no tiene. ¿Cuáles
son esos privilegios?
1.
Somos hijos de Dios, 1 Juan 3:1-2.
2.
Pasamos de la muerte a vida, 1 Juan 3:14
3.
Tenemos plena confianza en Dios, sabe todo, 1
Juan 3:19-21.
4.
Escucha nuestras oraciones, 1 Juan 3:22.
Somos hijos de Dios
Nuestro Señor por medio de las
sagradas escrituras muestra un plan de salvación, el cual se debe obedecer para
llegar a ser hijo de Dios, pasar de muerte a la vida.
Ese plan es: Oír el evangelio (Romanos 10:17). Creer en el evangelio (Marcos 16:16). El evangelio es
el poder de Dios para salvación: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque
es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente,
y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe
y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:16-17).
Lo primero del evangelio consiste en la
muerte, sepultura y resurrección de Cristo: “Además os declaro, hermanos, el
evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también
perseveráis; por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado,
sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que
asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras” (1 Corintios 15:1-4).
También es indispensable:
Arrepentirse de sus
pecados (Hechos
2:38; 3:19). Confesar a Cristo como el Hijo de Dios
(Hechos 8:37; Romanos 10:9-10). Ser bautizado es decir
sumergido en agua para el perdón de los pecados (Hechos 2:38; 22:16). Los
que han obedecido el evangelio de Cristo fueron salvos: “Así que, los que
recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas” (Hechos 2:41).
El mismo Señor, hace una clara
distinción, todos no son hijos de Dios, Marcos 16:15, y les dijo: Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, en otros pasajes habla
de ser esclavo, ahora, Gálatas 3:26-27, enseña: pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en
Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de
Cristo os habéis revestido.
Hermanos que afortunados
somos, ya no somos siervos, sino hijos, Gálatas 4: 7, además, El
Espíritu mismo da testimonio de que somos hijos de Dios, Romanos 8:16, esto
quiere decir que el Espíritu Santo
da testimonio (hablando por la Palabra inspirada). ¿Actuamos como hijo de Dios? Como
hijos de Dios debemos ser, imitadores de Dios Efesios 5: 1. Andar como hijo de
luz, Efesios 5:8, tenemos que dejar
las prácticas de tinieblas.
Muerte a vida
En otras palabras, quiere
decir lo que describe 2 Corintios 5:17: "De modo que, si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas". Los versículos 14-16 donde el apóstol Pablo nos dice que todos
los creyentes han muerto con Cristo y ya no viven para sí mismos. Nuestra vida
ya no es de este mundo; ahora son espirituales. Nuestra "muerte" es
la del viejo hombre, esa naturaleza pecaminosa que fue clavada en la cruz con
Cristo. Fue sepultada con él, y así como él fue resucitado por el Padre, así
también nosotros somos levantados para "andar en vida nueva" (Romanos
6:4).
El "viejo hombre" se
refiere a todo lo que es parte de nuestra vieja naturaleza, el orgullo, las
malas palabras, mis gustos, hábitos y pasiones pasadas. Eso fue sepultado, todo lo malo que hicimos
fue perdonado. Pasar de la muerte a la vida, en sentido espiritual, equivale a
nacer de nuevo de Dios, ahora andamos conforme a la voluntad de Dios.
El apóstol Juan lo explica de
la siguiente manera: El amar a nuestros hermanos es la evidencia contundente
que hemos pasado de muerte a vida, el que no ama evidencia por ellos que él
estado en que esta es de muerte espiritual.
¿Cómo amar a nuestros
hermanos? Según 1 Juan 3, 16 En
esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 pero
el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra
contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 18 hijitos
míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
Confianza en Dios
Proverbios 3:5: "Fíate
del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia". Este
versículo mis amados hermanos, enseña sobre la confianza. En primer lugar, es
en el Señor en quien debemos confiar, no en nosotros mismos o en nuestros
planes, no digo que hacer planes sea malo, pero hacerlos sin considerar la
voluntad de Dios, si es malo, el planear es bueno cuando se tiene a Dios en
mente, Proverbios 16:3. No debemos poner la confianza en la sabiduría y las
ideas del mundo. Confiamos en el Señor porque Él y sólo Él es verdaderamente
digno de confianza. Su Palabra es digna de confianza, Salmo 93:5; 111:7; Tito
1:9, su naturaleza es fiel y verdadera, Deuteronomio 7:9; Salmo 25:10; 145:13;
146:6, y sus planes para nosotros son perfectos y tienen un propósito, Isaías
46:10; Jeremías 29:11. Nuestra confianza tiene gran recompensa, Hebreos 10:35.
Escucha nuestras oraciones
Es muy claro que Dios no oye a
los pecadores, Juan 9:31, aquellos que no guardan sus mandamientos, la oración
es abominación, Proverbios 28:9.
El cristiano entiende que Dios
lo escucha, pero debe pedir conforme a la voluntad de Dios, y la respuesta
puede venir, no siempre en la forma que esperamos, pero en tal caso será lo
mejor para nosotros, por eso decimos al final, que se haga tu voluntad.
Ahora,
tenemos
la confianza de que nuestras oraciones serán oídas, 1 Juan 5:14- 15. ¿Por qué son
oídas? Tenemos
la confianza de que nuestras oraciones serán oídas. 1 Juan 3:22, y cualquiera
cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos,
y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Recordemos siempre lo
afortunado que somos al ser hijos de Dios, son muchas las bendiciones que
recibimos.
Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro de la iglesia de Cristo
que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.
WhatsApp:
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