COMPORTAMIENTO DE UN CRISTIANO EN SU VIDA DIARIA.

 

1. Amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente - Mateo 22:37. Debemos amar a Dios por encima de todo lo demás. Esto significa que debemos poner a Dios en el centro de nuestras vidas y buscar constantemente su voluntad.

Ejemplos prácticos de cómo podemos amar a Dios con todo nuestro corazón:

A. Dedicar tiempo a la adoración y oración: La manera más práctica de amar a Dios con todo nuestro corazón es a través de la oración y la adoración. Podemos dedicar tiempo para alabar a Dios y orarle con sinceridad, en todo momento. Importante, Hebreos 10:25, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. 

B. Leer la Biblia: La palabra de Dios enseña acerca de Dios y su amor por nosotros. Al leerla, podemos conocer más acerca de Él y su voluntad para nuestras vidas, debemos ser como los de berea, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Por medio del estudio de la palabra conocemos como ser salvos y mantener siendo salvos. (Hechos 17:10-11).

C. Ser obedientes a sus mandamientos: La mejor manera de demostrar nuestro amor a Dios es obedeciendo sus mandamientos. Esto implica vivir una vida que esté en línea con la voluntad de Dios y hacer lo correcto incluso cuando sea difícil. Santiago 1:22, pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores.

 

D. Ayudar a los demás: Nuestro Señor Jesucristo dijo que cuando ayudamos a los demás, también lo estamos haciendo por él (Mateo 25:40). Al servir a los demás, estamos demostrando nuestro amor a Dios con acciones concretas.

 

E. Compartir el amor de Dios: Debemos compartir el amor de Dios con los demás y ser un ejemplo para los demás de lo que significa amar a Dios con todo el corazón. Esto incluye ser amables, respetuosos, compasivos, misericordiosos, con quienes nos rodean, quiero decir que debemos marcar una diferencia, ser luz en la oscuridad.

 

2. Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos - Mateo 22:39. Debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esto significa que debemos tratar a los demás con amor, respeto y compasión, tal como nos gustaría que nos trataran a nosotros.

Amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos significa tratar a los demás de la misma manera en que nos gustaría ser tratados a nosotros mismos. Esta es una enseñanza importante en la Biblia, y se nos exhorte a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

A. Tratando a los demás con respeto, amabilidad y compasión.

B. Ayudando a quienes necesitan nuestra ayuda, sin esperar nada a cambio.

C. Siendo considerados con los sentimientos y necesidades de los demás.

D. No juzgando sin justo juicio a los demás, sino tratando de entender y aceptar sus diferencias.

E. Orando por los demás y deseando lo mejor para ellos.

3. Perdonar a nuestros enemigos - Mateo 5:44. Debemos perdonar a aquellos que nos han hecho daño o nos han herido. Esto no solo es una forma de liberarnos de las cargas del odio y la amargura, sino que también nos permite seguir el ejemplo de Cristo y amar incluso a nuestros enemigos.

Algunos ejemplos prácticos de cómo podemos perdonar a nuestros enemigos:

A. Orar por ellos: Podemos orar por nuestros enemigos para que Dios los bendiga y los proteja, incluso si nos han hecho daño en el pasado.

 

B. Evitar la venganza: En lugar de buscar venganza o tratar de hacerles daño a nuestros enemigos, podemos elegir perdonarlos y buscar maneras de sanar la relación.

 

C. Ser amables y compasivos: Podemos mostrar amor y compasión a nuestros enemigos, incluso si nos han tratado mal en el pasado. Esto puede ayudar a construir un puente entre nosotros y ellos y permitir que la reconciliación ocurra.

 

D. Aprender de la experiencia: En lugar de amargarnos con nuestros enemigos, podemos elegir aprender de la experiencia y usarla como una oportunidad para crecer y madurar espiritualmente.

 

4. Ser humildes - Filipenses 2:3. Debemos ser humildes y reconocer que todo lo que tenemos y somos se lo debemos a Dios. Esto significa que no debemos jactarnos de nuestra propia grandeza o superioridad a los demás.

Ser humildes también implica reconocer nuestras limitaciones y defectos, y no pensar que somos superiores a los demás. En la Biblia, la humildad se considera una virtud importante y se nos exhorta a ser humildes en nuestro comportamiento y actitud.

Algunos ejemplos de cómo ser humildes:

A. Reconocer cuando estamos equivocados y pedir perdón cuando sea necesario.

B. Escuchar y considerar las opiniones de los demás, en lugar de pensar que siempre tenemos la razón.

C. No presumir de nuestros logros o habilidades, sino reconocer que todo lo que tenemos es un regalo de Dios.

D. Estar dispuestos a servir a los demás, en lugar de buscar siempre nuestro propio interés.

E. No buscar la aprobación o la atención de los demás, sino estar contentos con quien somos y lo que tenemos.

 

5. Ser bondadosos y compasivos - Colosenses 3:12. Debemos ser bondadosos y compasivos con los demás, tal como Dios es bondadoso y compasivo con nosotros. Esto significa que debemos tratar a los demás con amabilidad y consideración.

Ser bondadoso y compasivo son características que se destacan en la Biblia y que son importantes para demostrar amor y respeto hacia los demás. Aquí hay algunos ejemplos prácticos de cómo podemos ser bondadosos y compasivos en nuestras vidas diarias:

 

A. Ayudar a los demás: Podemos demostrar nuestra bondad y compasión ayudando a los necesitados. Gálatas 6:10, Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad.

B. Ser comprensivo: Cuando alguien está pasando por un momento difícil, podemos mostrar nuestra compasión y empatía escuchando activamente, ofreciendo palabras de aliento o mostrando interés y preocupación genuinos.

C. Ser tolerante y respetuoso: Podemos demostrar nuestra bondad y compasión al ser tolerantes y respetuosos con aquellos que tienen diferentes opiniones, creencias o valores, incluso si no estamos de acuerdo con ellos.

 

6. Evitar la mentira - Colosenses 3:9. Debemos evitar la mentira y ser honestos en todo momento. Esto significa que debemos hablar con la verdad y actuar con integridad.

A. Evitar la mentira significa ser honestos y sinceros en todas nuestras interacciones con los demás. En la Biblia, la mentira se considera un pecado y se nos exhorta a decir la verdad en todo momento.

 

B. Evitar la mentira implica no engañar a los demás, ni falsificar la verdad, ni manipular la información con fines egoístas o para obtener algún beneficio indebido. En lugar de eso, debemos decir la verdad siempre, incluso cuando es difícil o inconveniente. La verdad nos libera y nos permite ser personas confiables y respetables ante la sociedad.

 

7. Vivir una vida de integridad - Salmo 15:2-3. Debemos vivir una vida de integridad y ser justos en nuestras acciones. Esto significa que debemos ser honestos, rectos y no engañar a los demás.

A. Vivir una vida íntegra significa vivir de manera consistente y coherente con nuestros valores y principios. En la Biblia, la integridad es una virtud importante y se nos anima a vivir nuestras vidas de acuerdo con los principios cristianos.

B. Vivir una vida íntegra implica ser honestos y sinceros en todas nuestras relaciones, así como hacer lo correcto incluso cuando nadie más está mirando. También significa ser fieles a nuestros compromisos y promesas, y ser responsables de nuestras acciones.

 

8. Ser agradecidos y dar gracias a Dios por todo - 1 Tesalonicenses 5:18. Debemos ser agradecidos y dar gracias a Dios por todo lo que tenemos. Esto significa que debemos reconocer que todo lo que tenemos viene de Dios y es un regalo de su amor.

A. Ser agradecidos con Dios significa reconocer y apreciar todas las bendiciones que Dios nos ha dado en nuestra vida, ya sean grandes o pequeñas. En la Biblia, se nos anima a dar gracias a Dios por todo, incluso en los momentos difíciles, y a reconocer que todas las cosas buenas vienen de Él.

 

B. Para ser agradecidos con Dios, podemos empezar por reconocer y apreciar cada día las bendiciones que tenemos en nuestra vida, tales como la salud, el hogar, el trabajo, la familia, los amigos, la naturaleza, entre otras. También podemos expresar nuestra gratitud mediante la oración, la alabanza y la adoración.

C. Dar gracias en la oración: Al orar, podemos dar gracias a Dios por todas las bendiciones que ha puesto en nuestras vidas, incluyendo la salud, la familia, los amigos, el trabajo, entre otros.

 

D. Dar gracias antes de las comidas: Antes de cada comida, podemos hacer una pausa para dar gracias a Dios por la comida que tenemos en nuestra mesa y por las personas que nos han ayudado a prepararla.

 

E. Dar gracias en momentos difíciles: En lugar de quejarnos en momentos difíciles, podemos buscar oportunidades para dar gracias a Dios por las lecciones que hemos aprendido y por su presencia en nuestras vidas.

(Filipenses 4:6-7; 1 Tesalonicenses 5:18).

9. Practicar la hospitalidad - Romanos 12:13. Debemos practicar la hospitalidad, es decir, dar la bienvenida a los demás y tratarlos con amor y respeto. Esto significa que debemos ser amables y serviciales con los demás.

A. La hospitalidad puede tomar muchas formas, desde invitar a alguien a nuestra casa para una comida, hasta ofrecer un lugar para dormir a alguien que no tiene donde quedarse.

B. También puede incluir ofrecer ayuda y apoyo emocional a alguien que está pasando por un momento difícil.

 

C. En la práctica, ser hospitalario significa estar atentos a las necesidades de los demás y estar dispuestos a ayudar de cualquier manera que podamos.

D. Ser hospitalario también significa estar dispuestos a abrir nuestras puertas y compartir lo que tenemos con los demás, ya sean vecinos, amigos o extraños.

(Romanos 12:13; 1 Pedro 4:9; Tito 1:8; Hebreos 13:2).

10. Buscar la justicia - Isaías 1:17. Debemos buscar la justicia en todo lo que hacemos y tratar de hacer lo correcto en todas las situaciones. Esto significa que debemos luchar por la verdad y la justicia, incluso si esto significa ir en contra de la cultura popular o el sistema de valores predominante.

Ejemplos prácticos:

A. Luchar contra la discriminación: Podemos buscar la justicia al luchar contra la discriminación y el racismo en todas sus formas. Debemos tratar a todas las personas con respeto sin importar su raza, género, religión o nacionalidad.

En cuanto género, sabes que Dios habla de hombre y mujer, que Dios condena la relación de los mismos sexos, como cristianos no promovemos tal enseñanza, pero si respetamos como persona.

B. Apoyar a los menos afortunados: Podemos buscar la justicia al ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros.

C. Defender la verdad y la honestidad: Podemos buscar la justicia al defender la verdad y la honestidad en todas las situaciones y luchar contra la corrupción y la injusticia.


Presentado por José Fernando Pava Romero, es miembro de la iglesia de Cristo que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.

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