EXPLORANDO LA TRANSFORMACIÓN A TRAVÉS DE LA HUMILDAD: UNA REFLEXIÓN PROFUNDA SOBRE MATEO 18:1-5
Introducción:
La lección de la humildad es
esencial en la enseñanza de nuestro Señor Jesús, y en Mateo 18:1-5, nos sumerge
en la necesidad de adoptar la mentalidad de un niño para ingresar al reino de
los cielos.
La Condición para Entrar al
Reino:
Jesús responde a la discusión
entre los apóstoles sobre quién será el mayor en el reino de los cielos al
colocar a un niño en medio de ellos. Establece claramente que la entrada al
reino está condicionada a hacerse como un niño, destacando la importancia de la
humildad.
Reflexionando sobre las
Cualidades Negativas de un Niño:
Berrinches: Algunos actúan
como niños cuando no obtienen lo que desean, mostrando enojo y protesta. Este
comportamiento, también presente en adultos, debe ser superado para reflejar la
humildad.
Necedad: Así como un niño
busca atención cuando se siente desplazado, algunos buscan destacarse de manera
egocéntrica. La humildad requiere reconocer la importancia de los demás.
Ser Llevado de Aquí para Allá:
Similar a cómo un niño es llevado sin resistencia, algunos se dejan influenciar
fácilmente por diferentes doctrinas, demostrando falta de discernimiento
espiritual.
Adoptando las Cualidades
Positivas de un Niño:
Humildad: La humildad,
característica de los niños, se manifiesta en el servicio a los demás. El
llamado es ser como niños, no en las actitudes negativas, sino en la disposición
de servir desinteresadamente.
Servicialidad: La disposición
activa para ayudar, característica de los niños, también se refleja en aquellos
que desean contribuir positivamente en la iglesia y en la comunidad.
Búsqueda de Conocimiento: La
curiosidad de un niño por saber se compara con el deseo constante de aprender
la voluntad de Dios a través de la Escritura.
Inocencia y Ausencia de
Malicia: Los niños, libres de malicia, inspiran a vivir sin prejuicios y sin
guardar rencor, así como a perdonar y olvidar.
El Desafío de Crecer y Madurar
Espiritualmente:
Nuestro Señor Jesús enfatiza
la importancia de crecer y madurar espiritualmente, abandonando las actitudes
negativas mientras conservamos la humildad, la disposición de servir y el deseo
de aprender.
Conclusión:
Ser como niños, según la
enseñanza de nuestro Señor Jesús en Mateo 18, no se trata de adoptar las
actitudes negativas asociadas con la infancia, sino de abrazar la humildad, la
inocencia, la curiosidad y la disposición para servir. Al hacerlo, nos
alineamos con la voluntad de Dios y experimentamos una transformación que nos
lleva al reino de los cielos. La humildad, lejos de ser una debilidad, se
convierte en la llave que abre las puertas de la plenitud espiritual.
Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo
que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.
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