TÍTULO: LA ADVERTENCIA PROFÉTICA DE ISAÍAS 5:20: LLAMANDO A LO MALO BUENO
Introducción
El libro de Isaías es uno de
los profetas mayores del Antiguo Testamento, y en él encontramos una serie de
mensajes proféticos que abordan diversos temas, incluida la advertencia contra
la inversión de valores morales y espirituales. El versículo Isaías 5:20 es un
pasaje que llama la atención sobre la confusión entre el bien y el mal, una
advertencia que resuena en nuestras vidas y sociedades contemporáneas.
Isaías 5:20 en su Contexto
Isaías 5:20 dice: "¡Ay de
los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz
tinieblas, y de las tinieblas luz; ¡que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce
por amargo!".
Este versículo se encuentra en
el contexto de un cántico de Isaías conocido como "El Cántico de la
Viña". En este cántico, Dios es representado como el dueño de una viña que
ha plantado y cuidado con esmero, esperando que produzca buenos frutos, pero en
lugar de ello, la viña produce frutos amargos y malvados. El versículo 20 es
una denuncia de aquellos que invierten los valores morales, que llaman al malo
bueno y al bueno malo, y que distorsionan la verdad y la justicia.
Le escuche aun hermano decir: Tienen
la mágica capacidad de convertir las mismas tinieblas en luz”. “El ser humano
tiende a normalizar el pecado, es decir, suavizarlo y darle una apariencia de
inocencia, de necesidad, de entender, de normalizar.
Implicaciones para la Sociedad
Actual
La advertencia de Isaías 5:20
tiene una relevancia atemporal. En nuestras sociedades contemporáneas, también
enfrentamos desafíos en los que se invierten los valores morales y se promueve
la confusión entre el bien y el mal. Aquí hay algunas implicaciones de este
versículo en nuestro contexto actual:
Ética y moralidad: Vivimos en
una época en la que los estándares éticos y morales a menudo son relativizados
o incluso invertidos. La Palabra de Dios nos llama a discernir el bien del mal
según principios divinos, manteniendo una brújula moral firme.
Cultura y medios de
comunicación: La cultura popular y los medios de comunicación pueden influir en
la percepción del bien y del mal. Es esencial que los creyentes sean críticos y
examinen con discernimiento lo que consumen y promueven.
Justicia y verdad: Isaías 5:20
nos recuerda la importancia de la justicia y la verdad. Los cristianos deben
esforzarse por promover la justicia y proclamar la verdad en un mundo que a
menudo está lleno de engaños y distorsiones.
Algunos ejemplos:
La homosexualidad es
pecado: Viene desde el principio de la creación: “pero
al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios” (Antes de que el
hombre formulara ética alguna, antes de la existencia de leyes civiles, Dios
había diseñado y establecido el diseño, varón y hembra.
Fue Dios y no el hombre quien
advirtió que no era bueno que el hombre estuviera solo, y en su sabiduría se
dio a la tarea de hacer una ayuda idónea para él (Génesis 2:18). Y la ayuda
idónea fue una mujer: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y
se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2.24). Dios pudo traer
otro hombre a Adán
“¿No sabéis que los injustos
no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras,
ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredarán el reino de Dios” (1Corintios 6.9-10).
El matrimonio es
entre un hombre y una mujer: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y
a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2.24).
El Espíritu Santo declara:
“pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una
tenga su propio marido” (1Corintios 7:2).
El aborto: El
derramar sangre inocente es una de las seis cosas que Dios aborrece, es
homicidio (Proverbios 6:16-17), Hay seis cosas, y hasta siete, que el Señor
aborrece por completo: los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que
asesinan a gente inocente. Es muy claro, el aborto es homicidio, (Génesis 9:6;
Gálatas 5:21). Y La condenación eterna y lago de fuego espera a tales personas
si no se arrepienten, (Apocalipsis 21:8).
Deshonestidad en los
negocios: En muchas ocasiones, la deshonestidad en los negocios,
como el fraude, la evasión fiscal o la corrupción, se justifica o minimiza en
busca de ganancias financieras, aunque viole principios éticos y morales.
Adicciones y abuso
de sustancias: El consumo excesivo de alcohol o drogas se
promociona a menudo como una forma de relajación o diversión, a pesar de que
puede llevar a la adicción, la destrucción de vidas y familias, y problemas de
salud graves.
Relaciones
extramatrimoniales: La infidelidad en las relaciones se justifica o
se romantiza en algunos casos, a pesar de que va en contra de los principios de
fidelidad y compromiso en el matrimonio.
Violencia en los
medios de comunicación: La violencia en la música, las películas y los
videojuegos se presenta como entretenimiento, a pesar de que puede contribuir a
una cultura de la violencia y la desensibilización.
Egoísmo y avaricia: El
consumismo excesivo y la búsqueda obsesiva de la riqueza personal a menudo se
promueven como objetivos legítimos en la vida, a pesar de que pueden fomentar
el egoísmo y la falta de consideración por los demás.
Manipulación y
engaño en la política: A menudo, la manipulación de la información y
el engaño se utilizan en la política, y en lugar de ser condenados, a veces se
justifican en busca de poder y votos.
Distracción
tecnológica: Pasar horas interminables en dispositivos electrónicos y
redes sociales a menudo se considera una actividad normal, aunque puede llevar
a la desconexión con la realidad y a la pérdida de relaciones significativas.
Estos son solo algunos
ejemplos de cómo la inversión de valores puede manifestarse en la sociedad
actual. La advertencia en Isaías 5:20 nos llama a examinar críticamente
nuestras acciones y decisiones, y a medirlas a la luz de los valores morales y
espirituales que promueve la Palabra de Dios.
Conclusión
Isaías 5:20 es una advertencia
profética que resuena a lo largo de la historia y en nuestras vidas
contemporáneas. Nos insta a discernir el bien del mal, a mantener valores
morales sólidos y a no dejarnos llevar por la inversión de valores en la
sociedad. Los creyentes son llamados a ser luces en medio de la oscuridad,
proclamando el bien y la verdad, y siendo ejemplos de rectitud y justicia en un
mundo que a veces parece confundir lo bueno con lo malo. Este versículo nos
desafía a vivir según los principios divinos, sin importar las tendencias
cambiantes de la cultura y la sociedad.
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Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo
que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.
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