LA EGOLATRÍA

 

Egolatría: “Admiración excesiva hacia la propia persona”.

La egolatría es un problema común que afecta a muchas personas en nuestra sociedad actual. Se caracteriza por un excesivo amor propio, una obsesión por uno mismo y la exaltación desmedida de la propia persona. Afortunadamente, la Biblia nos ofrece enseñanzas profundas y principios para ayudarnos a vencer la egolatría y vivir una vida centrada en Dios y en los demás. A continuación, presentaré una enseñanza bíblica profunda sobre cómo vencer la egolatría, acompañada de ejemplos y citas bíblicas relevantes:

 

Reconocer a Dios como el centro de nuestras vidas:

La egolatría se basa en exaltar y adorar a uno mismo en lugar de a Dios. Para superar este problema, es fundamental reconocer a Dios como el centro de nuestras vidas y como el único digno de adoración. Nuestro Señor Jesús nos enseña esto en Mateo 22:37-38: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento". Al enfocar nuestro amor y adoración en Dios, ponemos nuestra egolatría en su lugar correcto.

 

Practicar la humildad:

La humildad es un antídoto poderoso contra la egolatría. Filipenses 2:3-4 nos insta a practicarla: "Nada hagan por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás". La humildad nos ayuda a reconocer que no somos el centro del universo y a valorar y servir a los demás en lugar de buscar constantemente nuestra propia exaltación.

Cultivar una actitud de gratitud:

La egolatría a menudo está arraigada en una mentalidad de insatisfacción constante y búsqueda de reconocimiento. Una forma de contrarrestar esto es cultivar una actitud de gratitud hacia Dios y hacia los demás. 1 Tesalonicenses 5:18 nos dice: "Den gracias en toda circunstancia, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús". Al enfocarnos en las bendiciones y bondades de Dios y mostrar gratitud hacia los demás, reducimos el enfoque en nosotros mismos y en nuestras propias necesidades y deseos egoístas.

 

Servir a los demás:

El servicio desinteresado es un poderoso antídoto contra la egolatría. Nuestro Señor Jesús nos enseñó este principio en Mateo 20:26-28: "El que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser su esclavo, así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos". Al buscar  oportunidades para servir a los demás y poner sus necesidades por encima de las nuestras, rompemos el ciclo de la egolatría y demostramos el amor de Cristo.

 

Renovación de la mente:

La egolatría es un patrón de pensamiento arraigado que requiere una renovación de nuestra mente. Romanos 12:2 nos insta a esto: "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta". A través de la meditación en la Palabra de Dios, podemos cambiar nuestra mentalidad egoísta y adoptar una perspectiva más centrada en Dios y en los demás.

 

Buscar la gloria de Dios en todo lo que hacemos:

En lugar de buscar constantemente nuestra propia gloria, debemos buscar la gloria de Dios en todas nuestras acciones. 1 Corintios 10:31 nos exhorta: "Así que, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios". Al hacerlo, redirigimos nuestra atención y propósito hacia Dios y reconocemos que nuestra verdadera satisfacción y significado se encuentran en su gloria y no en la exaltación propia.

 

Buscar el consejo y la rendición de cuentas:

Enfrentar la egolatría puede ser un desafío, y es importante buscar el consejo y la rendición de cuentas de personas maduras en la fe. Proverbios 11:14 dice: "Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; pero en la multitud de consejeros hay seguridad". Al involucrar a otros en nuestro proceso de crecimiento y pedirles que nos confronten amorosamente cuando detecten actitudes egoístas, podemos recibir apoyo y orientación para superar la egolatría.

 

Al aplicar estos principios bíblicos en nuestras vidas, podemos vencer la egolatría y vivir una vida centrada en Dios y en los demás. Es un proceso continuo que requiere perseverancia y dependencia de la gracia y el poder de Dios, pero con su ayuda, podemos experimentar una transformación real y vivir una vida de amor y servicio desinteresado.

 

Presentado por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.

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