CONSÉRVATE PURO

 

1 Timoteo 5:22 dice: "No impongas con ligereza las manos a nadie ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro." Esta es una advertencia del apóstol Pablo a Timoteo, instruyéndolo sobre cómo debe tratar a las personas que no andan conforme a la voluntad de Dios y cómo mantenerse alejado de la maldad.  Es decir que al apoyar a alguien que no anda conforme a lo que Dios ha ordenado, se participa en su pecado.

Cuando se menciona "no impongas con ligereza las manos a nadie", se refiere al acto de ordenar, invitar o consagrar a alguien para un servicio o acto en la congregación, sea un individuo o cooperación con una congregación. Pablo está advirtiendo a Timoteo que no debe tomar esta decisión a la ligera. En otras palabras, no debe colocar a alguien en una posición de guía, maestro, serie de predicación sin discernir adecuadamente (probar los espíritus) su carácter y su capacidad para cumplir con las responsabilidades que conlleva el cargo o si esta actuando conforme a la voluntad de Dios.

Un ejemplo bíblico de la importancia de discernir antes de imponer las manos se encuentra en el caso de Diótrefes mencionado en 3 Juan 9-10. Juan escribió: "He escrito a la iglesia, pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por eso, si voy, recordaré las obras que hace parloteando con palabras maliciosas contra nosotros. No contento con esto, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos, se lo prohíbe y los expulsa de la iglesia". Aquí vemos un varón de la iglesia que estaba actuando con maldad y no merecía la imposición de manos. Es importante tener precaución al discernir y no apoyar a personas que actúan de manera contraria a los principios de Dios.

La segunda parte del versículo nos dice que no debemos participar en los pecados ajenos y debemos conservarnos puros. Esto nos enseña a ser cautelosos y no involucrarnos en las acciones pecaminosas de otros. Un ejemplo bíblico se encuentra en el caso de Acán en Josué 7. Acán desobedeció el mandamiento de Dios y tomó cosas consagradas para sí mismo. Su pecado afectó a toda la nación de Israel y trajo la derrota en la batalla contra Ai. Aquí vemos cómo la participación en el pecado de otra persona puede tener consecuencias graves para todos.

En resumen, 1 Timoteo 5:22 nos exhorta a ser sabios y cautelosos en nuestras decisiones en la congregación, a discernir adecuadamente antes de imponer las manos a alguien, y a no participar en los pecados de otros para mantenernos puros. El ejemplo bíblico mencionado nos ilustran la importancia de estas advertencias y las consecuencias de no seguirlas.

 

Presentado por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.