Título del Sermón: El Interés en los asuntos de Dios

Ejemplos Aplicados en Nuestra Actualidad y las Expectativas de Dios para los cristianos.

 



Introducción:

Hermanos y hermanas, hoy nos congregamos para reflexionar sobre el tema del interés en las cosas de Dios y las expectativas que Él tiene para nosotros como cristianos en nuestra actualidad.

Estamos en un mundo lleno de distracciones y preocupaciones, es vital recordar que Dios anhela que estemos interesados y comprometidos con Su voluntad y propósito en nuestras vidas. A través de siete ejemplos bíblicos aplicados a nuestra realidad, exploraremos cómo podemos demostrar un auténtico interés en las cosas de Dios y cómo podemos cumplir las expectativas de Dios.

Desarrollo:

 

Estudio de la Palabra de Dios: Al igual que los creyentes bereanos en el libro de Hechos, Dios espera que tengamos un genuino interés en estudiar Su Palabra. En nuestra actualidad, esto se traduce en dedicar tiempo diario para leer, meditar y aplicar la Biblia en nuestra vida. Al hacerlo, seremos capaces de discernir la verdad y crecer en nuestra fe.

Hechos 17:10-11

10 inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. 11 y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

 

 

Oración: El ejemplo de Jesús en los evangelios nos enseña la importancia de la oración constante y ferviente. Dios espera que tengamos un interés en comunicarnos con Él a través de la oración, compartiendo nuestras alegrías, preocupaciones y necesidades. La oración nos permite mantener una relación íntima con Dios y recibir su guía y fortaleza.

Mateo 26:41

41 velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Nuestro Señor Jesús enseña el poder y la fortaleza para resistir la tentación provienen de la comunión con Dios a través de la oración. En momentos de debilidad, la oración nos conecta con la fuente de poder divino y nos ayuda a depender de Dios en lugar de nuestras propias fuerzas.

 

Adoración: Al igual que el rey David, Dios espera que tengamos un corazón de adoración. En nuestra actualidad, esto significa participar activamente en la adoración, pero también implica llevar una vida de adoración en todo momento. Nuestro interés en las cosas de Dios se debe reflejar en nuestra actitud de gratitud y alabanza hacia Él.

Hebreos 10:25

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

La participación en el servicio es fundamental para el crecimiento espiritual y el fortalecimiento de la fe.

La comunión con otros creyentes nos proporciona un ambiente de apoyo, aliento y consuelo mutuo. A través de nuestras interacciones en la congregación, podemos fortalecer nuestra fe y encontrar consuelo en momentos de dificultades.

Estamos viviendo en los últimos tiempos antes del regreso de Cristo. En vista de esto, es aún más importante reunirnos regularmente como comunidad de creyentes para fortalecernos y perseverar en la fe.

 

Servicio a los demás: Jesús nos mostró el ejemplo perfecto de servicio durante su ministerio terrenal. Dios espera que tengamos un genuino interés en servir a los demás, tanto dentro como fuera de la iglesia. Esto implica buscar oportunidades para ayudar, amar a aquellos que están necesitados, mostrando el amor de Cristo en nuestras acciones.

Nuestro Señor Jesús dijo: “… Yo estoy entre vosotros como el que sirve” (Lucas 22:27). Como verdaderos discípulos de Jesucristo, nosotros también debemos servir a los demás. El servicio es prestar asistencia a quienes necesitan ayuda.

Gálatas 6:10

Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.

El apóstol Pablo nos anima a estar atentos y aprovechar todas las oportunidades para hacer el bien. Esto implica estar dispuestos a ayudar, bendecir y ser de servicio a quienes nos rodean, tanto en nuestra comunidad de fe como en el mundo en general. Nuestra vida cristiana debe estar marcada por un corazón generoso y una disposición para hacer el bien.

Evangelización: Al igual que el apóstol Pablo, Dios espera que tengamos un interés ardiente en compartir el evangelio con otros. En nuestra actualidad, esto significa ser testigos de Cristo en nuestros lugares de trabajo, vecindarios y círculos sociales. Dios espera que hablemos de Su amor y salvación.

1 Tesalonicenses 1:6-9

6 y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. 8 porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; 9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero.

Pablo señala que la palabra del Señor ha sido divulgada a través de los creyentes de Tesalónica. Su fe y testimonio han sido tan impactantes que el mensaje del evangelio se ha difundido en toda la región de Macedonia y Acaya. Esto nos recuerda la importancia de nuestro testimonio como creyentes, ya que nuestras vidas pueden ser instrumentos poderosos para compartir la Palabra de Dios con aquellos que nos rodean.

 

Vida santa y obediente:

Dios nos llama a vivir una vida santa y obediente a Su Palabra. Nuestro interés en las cosas de Dios se refleja en nuestra disposición a renunciar al pecado y buscar la santidad. Esto implica ser honestos, justos, amables y humildes en todas nuestras interacciones, llevando el testimonio de Cristo en cada área de nuestras vidas.

1 Pedro 1:16

Porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.

Comunión con otros creyentes: Dios espera que tengamos un interés en la comunión y la edificación mutua con otros creyentes. En nuestra actualidad, esto significa ser constante entre nuestros hermanos en la fe, participando en las actividades de la congregación, animando y fortaleciendo a nuestros hermanos y hermanas en la fe.

 

Conclusión:

Hermanos y hermanas, al demostrar un verdadero interés en las cosas de Dios y satisfacer las expectativas divinas, seremos instrumentos poderosos en manos de nuestro Señor. Que cada uno de nosotros cultive un corazón apasionado por Dios, manteniendo nuestra fe y devoción en medio de los desafíos de nuestra actualidad. Recordemos que Dios nos ha llamado a ser luz y sal en este mundo, y es a través de nuestro interés en Sus cosas y el cumplimiento de Sus expectativas que podremos marcar la diferencia en nuestro entorno. Que el Espíritu Santo nos guíe para vivir vidas que honren a Dios en todo momento, recordemos que esto se logra por medio del estudio de la palabra, la oración.

 

         Presentado por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.