ENEMISTAD CON MI FAMILIA POR HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
Mateo 10:34-36
En este pasaje de la Biblia
nuestro Señor Jesús nos habla claramente sobre el impacto que su mensaje tendrá
en nuestras relaciones con los demás, especialmente dentro de nuestras
familias. Él dice: “No piensen que vine a traer paz a la tierra; no vine a
traer paz sino espada. Porque vine a poner al hombre contra su padre, a la hija
contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y enemigos de cada uno serán
los de su propia familia.”
Estas palabras pueden
parecernos chocantes y difíciles de entender, especialmente porque la Biblia
siempre promueve la paz y la unidad entre las personas. Pero cuando leemos este
pasaje en su contexto, podemos comprender mejor lo que Jesús quiere decir.
Antes de hablar sobre la
enemistad dentro de las familias, nuestro Señor Jesús estaba enviando a sus
discípulos a predicar el Evangelio por todo el mundo. Les estaba advirtiendo
sobre la oposición que enfrentarían por parte de los incrédulos y los líderes
religiosos. Les estaba recordando que seguirle a Él significaba renunciar a
todo lo que les impediría ser fieles a su llamado. Romanos 8:30; Romanos 9:24; 1 Corintios1:9; Gálatas :6; 1 Tesalonicenses
2:12; 2 Tesalonicenses 2:14
Y es en este contexto que
Jesús menciona la espada y la enemistad dentro de las familias. Él sabe que Su
mensaje no será bienvenido por todos, incluso por aquellos que amamos y que
consideramos nuestros más cercanos.
Él nos llama a amarle por
encima de todo y de todos, incluso de nuestra propia familia. Si esto significa
que nuestras relaciones se vuelven tensas o incluso se rompen, entonces así
sea.
Sin embargo, nuestro Señor Jesús
no nos está diciendo que debemos buscar la enemistad o el conflicto dentro de
nuestras familias. De hecho, Él nos llama a amar a nuestros enemigos y a orar
por aquellos que nos persiguen (Mateo 5:44). Pero cuando nuestras decisiones y
acciones como discípulos de Jesús chocan con las creencias y valores de nuestra
familia, es posible que surjan tensiones.
Mateo 10:34-36 es un pasaje
bíblico que dice lo siguiente:
"No penséis que he venido
para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he
venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su
madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su
propia casa."
Seis ejemplos para comprenderlo
mejor:
1. Conflictos familiares: La
enseñanza de nuestro Señor Jesús puede generar divisiones dentro de una familia
cuando algunos miembros aceptan su mensaje y otros no. Esto puede causar
tensiones y desacuerdos entre padres e hijos, o entre cuñados y cuñadas.
2. Divergencia de creencias:
Cuando una persona se convierte en seguidor de Jesucristo, sus creencias y
valores pueden entrar en conflicto con las creencias de sus seres queridos.
Esto puede generar discordia y separación entre amigos o parientes cercanos.
3. Oposición religiosa: El
mensaje de Jesucristo desafía las normas religiosas establecidas en su tiempo.
Aquellos que se aferran a las tradiciones religiosas pueden considerar a los
seguidores de nuestro Señor Jesús como una amenaza para sus creencias.
4. Conflictos ideológicos: Las
enseñanzas de Jesucristo pueden entrar en conflicto con las ideologías
políticas, sociales o culturales predominantes en una sociedad. Esto puede
llevar a divisiones y enfrentamientos entre aquellos que siguen los principios
de Jesús y aquellos que no lo hacen.
5. Sacrificio personal: Seguir
a Jesús implica tomar decisiones difíciles y renunciar a ciertos aspectos de la
vida anterior. Esto puede generar tensiones internas y externas, ya que algunos
pueden resistirse a los cambios y no entender las razones detrás de las
decisiones del seguidor de Jesucristo.
6. Persecución por la fe: Los
seguidores de Jesucristo a menudo han enfrentado persecución a lo largo de la
historia debido a sus creencias. Esta persecución puede provenir incluso de sus
propios familiares y seres queridos, quienes pueden rechazarlos o tratar de
obligarlos a abandonar su fe.
Estos ejemplos ilustran cómo
las palabras de Jesús en Mateo 10:34-36 hablan de la posibilidad de divisiones
y conflictos que pueden surgir debido a la aceptación o rechazo de su mensaje y
las implicaciones que conlleva seguirlo.
Es importante que guardemos un
buen testimonio ante nuestra familia, que siempre mostremos amor y respeto, y
que continúen orando por ellos. Y si nos encontramos en una situación en la que
nuestra familia nos rechaza por nuestra fe en Cristo, debemos confiar en que Él
es suficiente para nosotros y que Él puede sanar y restaurar cualquier relación
rota.
Que el Señor nos dé sabiduría
y fuerza para seguirle a Él sin importar las consecuencias que ello pueda
acarrear en nuestras relaciones familiares. Que nuestra principal prioridad sea
siempre honrar a nuestro Salvador y llevar Su mensaje de salvación al mundo.
Amén.
Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo
que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.
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