SACUDIENDO MIS PIES

 



Texto bíblico: "Y si en alguna ciudad no os recibieren, saliendo de ella, sacudid el polvo de vuestros pies por testimonio contra ellos" (Lucas 9:5).

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, les hablo hoy sobre la importancia de sacudir nuestros pies. ¿Qué significa esto?

El sacudir los pies es una práctica bíblica que implica retirarse de un lugar donde no se ha recibido la Palabra de Dios, donde se es rechazada, donde no se presta atención.

En Mateo 10:14, Jesús envió a sus discípulos a predicar el evangelio en las aldeas y les dijo que, si no eran recibidos, debían sacudir el polvo de sus pies y seguir adelante. Esta era una señal de su renuncia a la responsabilidad por el rechazo a su palabra.

“Y si alguno no os recibiere ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad y sacudid el polvo de vuestros pies. 15 de cierto os digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sodoma y de Gomorra que para aquella ciudad”.

¿Qué paso con Sodoma y Gomorra?  Genesis 19: 24 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; 25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra

No explica el castigo que viene sobre aquellos que rechacen la palabra de Dios y mueran en esa condición.  Advertencia a Quienes Rechazan el Evangelio, 2 Tesalonicenses 1:8, Vendrá para castigar a los que no reconocen a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús.

Esta enseñanza nos muestra que no siempre seremos bienvenidos o escuchados cuando hablamos de Dios y su palabra. A veces, nos encontramos con resistencia o indiferencia hacia la verdad. Pero esto no significa que debemos abandonar nuestra predicación del evangelio. En cambio, debemos seguir adelante, confiando en que Dios nos guiará a otros lugares donde podamos ser fructíferos, escuchados.

¿Quiénes pueden ser indiferentes a escuchar el mensaje de Dios? Nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, mismos hermanos en la fe, etc. Si no somos escuchados, ante Dios, cumplimos con nuestra responsabilidad.

Recordemos la advertencia de Dios a Ezequiel, “Si rehúsas advertir a los malos cuando yo quiero que les digas: “¡Están bajo sentencia de muerte, por lo tanto, arrepiéntanse y salven sus vidas!”, ellos morirán en sus propias culpas, pero yo te culparé a ti por ello. 19 en cambio, si les adviertes y ellos siguen actuando mal, y rehúsan arrepentirse, ellos morirán en sus propias maldades, pero tú estarás sin culpa; hiciste todo lo posible”. Ezequiel 3:18-19.

Si advertimos, pero no escuchan, estamos libres de culpa.

Cuando esto sucede, es importante saber cómo responder. En la Biblia, encontramos muchos ejemplos de cómo actuar cuando la palabra de Dios es rechazada. Aquí hay 10 ejemplos:

1. El ejemplo de Pablo y Bernabé: En Hechos 13:50-51, fueron expulsados ​​de aquella ciudad por enseñar sobre nuestro Señor Jesús. Pero en lugar de quedarse enojados, o insistiendo sacudieron el polvo de sus pies y continuaron predicando en otro lado.

2. Pablo y los judíos: En Hechos 18:5-6, Pablo dejó la predicación después de que los judíos se negaran a escuchar el mensaje de Dios.  Se fue a otra casa cercana y continuó enseñando.

Observemos lo que dice Pablo: Les dijo, sacudiéndose los vestidos: Vuestra sangre sea sobre vuestra propia cabeza; yo, limpio; desde ahora me iré a los gentiles.

3. Los discípulos y la samaritana: En Lucas 9:51-52, los discípulos querían llamar fuego del cielo sobre una aldea samaritana que no los recibió. Pero Jesús les dijo: "Ustedes no saben de qué espíritu son". Es importante recordar que la ira no es la respuesta correcta cuando la palabra de Dios es rechazada.

La respuesta a no ser escuchados no puede ser la ira, es dejar en manos de Dios. Podemos seguir siendo amigos, compañeros y compartiendo con nuestros familiares. Como dice el proverbio 9:8, no reprendas al arrogante porque terminará odiándote; corrige al sabio y te respetará.

4. Esteban y los judíos: En Hechos 7, Esteban, fue apedreado hasta morir por predicar sobre nuestro Señor Jesús. Pero incluso en su muerte, siguió predicando el evangelio.

Cuando la palabra de Dios es rechazada, debemos seguir siendo fieles a ella, incluso si eso significa enfrentar persecución.

5. La Gran Comisión: En Mateo 28, Jesús envía a sus discípulos a predicar el evangelio a todo el mundo. Jesús sabe que no todos recibirán su mensaje, pero les ordena que sigan adelante de todas formas.

Queridos hermanos y hermanas, cuando la palabra de Dios es rechazada, debemos seguir adelante y sacudir el polvo de nuestros pies. Pero también debemos recordar que nuestro mensaje es importante y seguir predicando el evangelio con amor y perseverancia.


Presentado por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.