CUIDADO CON IR MÁS ALLÁ DE LO ESCRITO
¡EL ANTIGUO TESTAMENTO GRAN EJEMPLO!
Es muy claro que Dios solo nos
habla a través de su palabra, ella es la guía para hacer su voluntad (1 Pedro
4:11; 1 Corintios 4:6; 2 Timoteo 3:16-17) ¿Pero se ha preguntado alguna vez que
pasaría si hacemos algo que Dios no ha dicho? La respuesta a esta pregunta
determinará nuestro destino eterno. El Evangelio de Mateo enseña algo
importante, sobre la pregunta: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-
20). ¿Qué hay que enseñarles a estos discípulos en todas las naciones? ¡Hay que
enseñarles a guardar todas las cosas que Cristo ha mandado! ¿Qué pasa si
enseñamos algo que Cristo no dijo? Bien dijo Cristo, “No todo el que me dice:
‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos (Mateo 7:21).
Muchos buscan el camino ancho
en la religión, en las tradiciones, en las doctrinas que agradan a los hombres,
se olvidan de la voluntad de Dios, el Antiguo Testamento nos ayuda mucho para
comprender este tema.
Ejemplos
Adán y Eva cometieron el error
de violar la ley de Dios (Génesis 3:6-13) ¿Has comido del árbol del que yo te
mandé no comieses?
Caín cometió el error de
ofrecer un sacrificio que no agradó a Dios (Génesis 4) La Escritura nos enseña
que la fe viene por el oír (Romanos 10:17). El proceder de Abel fue “por la fe”
(Hebreos 11:4) Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Si Dios vio con
desagrado el sacrificio de Caín, entonces esto implica que Caín sabía cómo
debía de ofrecer el sacrificio.
Nadab y Abiu cometieron el
error de presentar fuego extraño delante de la presencia del Señor (Levítico
10:1-3) tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el
cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él
nunca les mandó” Hacer lo que Dios no ha especificado es una desobediencia ¿Hoy
no es igual? Muchos hoy en día están ofreciendo un sacrificio no aceptable a
Dios, muchos están adorando a Dios en vano (Mateo 15:7-9).
Uza cometió el error de tocar
el arca de Jehová (1 Crónicas 13:9-10). Es importante analizar este relato, ya
que nos brinda mucha enseñanza. ¿Qué dijo Dios? El pueblo de Israel está
adorando a Dios mientras mueven el arca, hay que darle sentido que antes de
hacer cualquier cosa ellos se pregunten si Él les ha dado instrucciones sobre
cómo debe ser adorado, lo cual hizo Dios por medio de Moisés (Números. 1:51;
4:1–33). Ellos sabían que solo los hijos de Coat podían llevar sobre sus
hombros el arca de Dios al trasladarla (Números 7:6–9). Estos hombres tenían
que ser santificados para eso (como hicieron más adelante en (1 Crónicas
15:13–15). El rey David también debía saber estas instrucciones (Deuteronomio
17:18–20), es decir, Uza pecó al tocar inapropiadamente el arca de Dios y
desobedecer el mandato del Señor. Es muy importante resaltar y ejemplo para
nosotros que Dios no castiga sin dar primero instrucciones a su pueblo. No
debemos adorar a Dios como a nosotros nos parezca bien, debemos adorarle como
Él ha dicho. En esta historia, Dios había dicho cuáles manos podían sostener el
arca.
Aquí se nos enseña que la
verdadera adoración es conforme a la Palabra de Dios, (1Pedro 4:11; 1 Corintios
4:6). Se debe presentar libro, capítulo versículo para nuestra enseñanza. La
historia de Uza nos debe llevar a pensar en actitudes y acciones que consideramos
“buenas”, pero que delante de Dios no lo son. Por ejemplo, ¿Los institutos
bíblicos, cualquiera puede bautizar, salvación solamente por la confesión,
bautismo de niños, ofrenda para benevolencia en general, instrumentos
musicales, centralización de fondos de iglesias, iglesia central, un solo
pastor, diezmos, intercesión de María, mujeres pastoras, desorden en lo
servicios?
¿Dios ha dado instrucciones
para practicar estas enseñanzas? ¿Tenemos ejemplo en el Nuevo Testamento sobre
dichas enseñanzas? ¿Dios lo autorizo? El que afirme positivo, debe presentar
libro, capitulo y versículo, si no lo presenta y lo enseña es doctrina de
hombre.
El apóstol Pablo escribe a los
Gálatas: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó
por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro,
sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de
Cristo. Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:6-8). Es muy
claro, para hablar todos lo mismo, sin importar el lugar, o la época, todo lo
que debemos hacer es: hablar conforme a las palabras de Dios, de otra manera es
imposible hablar todos lo mismo, tiene que ser una regla que podamos seguir
todos, aún que estemos separados por el tiempo por el lugar, hermanos en
México, en Guatemala, en Colombia, en Perú, etc., debemos hablar conforme a las
palabras de Dios, hablar, escrito está, de esa forma cumpliremos: “Sigamos una
misma regla, sintamos una misma cosa” (Filipenses 3:16).
Si todos habláramos conforme a
las palabras de Dios, no importaría el lugar ni la época que nos tocara vivir,
todos estaríamos hablando lo mismo y estaríamos unidos en una misma mente y en
un mismo parecer. “Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y
en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más
de lo que está escrito, no sea que, por causa de uno, os envanezcáis unos
contra otros” (1 Corintios 4:6). El apóstol Pablo manda aprender a no pensar
más de lo que está escrito.
¿No es esta una de las causas
de las divisiones en las iglesias de Cristo? Olvidamos que la autoridad bíblica
no es sentimientos y opiniones, no es lo que cierta iglesia dice, no es lo que
cierto hermano dice. Olvidamos el “escrito está” (Mateo 4:7), lo reemplazamos
por el: “yo creo qué”, “yo pienso qué”, “yo siento qué”. Hermanos, no nos
corresponde hacer arreglos, innovar la doctrina sino solamente sujetarnos a
ella. Esto es lo que estaba sucediendo en el tiempo del ministerio terrenal de
Cristo: “Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros
Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, más su corazón está
lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de
hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de
los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis
otras muchas cosas semejantes. Les decía también: bien invalidáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición” (Marcos 7:6-9).
El apóstol Juan escribió:
“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene
a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al
Hijo” (2 Juan. 9). Esta doctrina de Cristo es el evangelio enseñado, mandado a
obedecer por él. Ir más allá de esta doctrina, ya sea al realizar lo expresamente
prohibido, no hablar conforme a las palabras de Dios o ir más allá de lo
Escrito, dará como resultado una transgresión de la palabra de Dios.
Cuidado con seguir el ejemplo
de Saúl, pensando que su propósito es bueno, (1 Samuel 15:15) pero ¿qué piensa
Dios? Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado
para que no seas rey. (1 Samuel 15:23-24). El problema verdadero es que muchos
no respetan la autoridad de Dios.
Y los que permanecen fieles a
su palabra, seguimos en Cristo en su iglesia que no tiene mancha ni arruga ni
cosa semejante. (Efesios 5:27), 27 a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha.
Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo
que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.