CONSEJOS FAMILIARES PARA SEMBRAR AMOR EN LA FAMILIA
La familia inicia con el
diseño de Dios desde el principio del mundo (Genesis 2:24), uno de los
propósitos de Dios, es que el hombre no estuviera solo (Genesis 2:18). Esto
quiere decir que el matrimonio es una unión de compañerismo. La palabra de Dios
explica el papel de cada miembro de la familia (Efesios 5:22-6:4) y este orden
es para el bienestar y felicidad de la familia.
ORDEN
ESTABLECIDO POR DIOS
¿Qué dice al esposo? Esposos,
amen a su esposa, así como Cristo amó a la iglesia y entregó su vida por
ella... El esposo debe amar a su esposa, así como ama a su propio cuerpo; el
que ama a su esposa, se ama a sí mismo porque nadie odia a su propio cuerpo.
Todo lo contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo cuida a la iglesia
.... Esposos, amen a su esposa y no la traten mal De la misma manera, los
esposos deben saber vivir con su esposa y respetarla como es debido. Ella es
más débil (vaso frágil) que ustedes, pero al igual que a ustedes, Dios le ha dado
la vida como un regalo. Respétenla para que nada impida que Dios escuche sus
oraciones. (Efesios 5:22, 23; 1 Corintios 11:3; Efesios 5:28-31; 1 Timoteo
5:8).
¿Qué dice a la esposa? Las
casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia Enseñen a las
mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de
Dios no sea blasfemada. (Génesis 2:18; Efesios 5:31; 1 Pedro 3:1- 6; 1 Timoteo
2:9, 10; Tito 2:4, 5).
¿Qué dice a los hijos?
Obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre
y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien,
y seas de larga vida sobre la tierra... Hijos, obedeced a vuestros padres en
todo, porque esto agrada al Señor. (Efesios 6:1; Colosenses 3:20). ¿Qué dice a
los papas? Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien
edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor. (Efesios
6:4)
En el Nuevo Testamento, el
apóstol Pedro escribió, “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas…” (1
Pedro 3:7). “Vivir con” viene de una palabra griega (sunoikeo) que significa
“vivir junto en asociación doméstica”. Pedro también enseña que los esposos y
esposas son “coherederos de la gracia de la vida” (sunkleronomos). La pareja
debe evitar la separación innecesaria.
EJEMPLO
Aquila y Priscila viajaban
juntos, trabajaban juntos (Hechos 18:2). Salieron de viaje juntos (Hechos
18:18).
Enseñaban juntos (Hechos
18:26).
Ayudaron a Pablo juntos, y
arriesgaron sus vidas (Romanos 16:3-4).
Animaban a otros cristianos
juntos, y abrían las puertas de su casa para la iglesia juntos (1 Corintios
16:19).
Las columnas de muchos hogares
se están desboronando ya que los esposos no pasan suficiente tiempo juntos, por
el trabajo, cuando tienen el tiempo, no se aprovecha. Los esposos pueden llegar
a ser compañeros de cuarto más que marido y mujer. Dios instruye a las parejas
a disfrutar de ellos mutuamente, y para hacerlo, ellos deben continuar
sembrando amor en su relación (Proverbios 5:15-19). Una forma de sembrar el
amor en la familia y las columnas de la familia se mantengan firmes es hacer
cosas juntos como pareja.
Algo que muchas parejas
olvidan es el compañerismo, el disfrutar los momentos, la diversión, esto ayuda
a fortalecer y mejorar el amor y la comunicación conyugal. (Eclesiastés 9:9),
dice: “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu
vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque
esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”.
¡Disfrutar la vida con su
pareja!
Normalmente cuando está
conquistando a su pareja, invierte en tiempo, invierte en regalos, en
dedicaciones, invita a pasear, invita a cine, invita a comer, etc., pero
después que consiguió conquistarla, en muchos casos la relación de pareja se
vuelve monótona, en este punto también ingresa la mujer, antes aceptaba lo que
a su pareja le gustaba, pero después no. Pregunto, ¿qué hace usted con su
pareja?, ¿Salir a caminar?, ¿Dar una vuelta en su vehículo?, ¿Ir a un pasa
día?, ¿Viajar?, ¿Preparar la comida que le gusta?, ¿Ver una película?,
¿Pescar?, ¿Decir palabras bonitas?, ¿Dedicar canciones?,
¿Ayudarle en las cosas del
hogar?
En el tiempo de la conquista o
del noviazgo se cede a los gustos ya que hay interés en pasar tiempo con la
otra persona, quiere enamorarla. Usted podría decir: Hermano, “yo dejo que mi
esposa(so) se divierta y lo puede hacer con sus amigos (as). Está bien poder
compartir con los amigos, pero es peligroso si todo el tiempo es con ellos
(as), ya que usted deja de participar, ¿Antes por qué lo hacía? Sería bueno
para el matrimonio si hiciera las cosas que hacía antes para poder sembrar el
amor en su relación.
El amor es como una planta que
se debe regar todos los días, si no se le echa agua suficiente simplemente se
seca y se marchita. Una relación que no se “riega” que no se atiende todos los
días, es una relación que no se nutre y que acaba deshilachándose de forma
irremediable. Si consideramos la
relación matrimonial en términos de una cuenta bancaria, entonces podemos decir
que cada acto positivo hacia el otro es un depósito. Cada acto negativo es un
retiro. Si hace demasiados retiros, su matrimonio puede terminar en el divorcio. Entonces, el
ideal es hacer tantos depósitos como sea posible. Si tiene una cuenta bancaria
grande con su cónyuge, los retiros inevitables casi no se notarán.
Así que pasar tiempo con su
pareja en actividades que ambos disfrutan hace regar agua en la flor, hace
grandes consignaciones a su cuenta bancaria, es decir cultiva el amor. Si su esposa
disfruta ir a paseo, disfrutara más si su esposo va con ella. Ahora los dos se
pueden poner de acuerdo para no hacer siempre lo mismo, tratar de hacer algo
diferente, esto ayudara y beneficiara la relación.
PASAR
TIEMPO CON LOS HIJOS PROMUEVE EL AMOR
Convivir no es otra cosa que
compartir espacios comunes, no solo debe ser en la iglesia. Y eso es
precisamente lo que deben hacer padres e hijos. Algo que debilita a una familia
es vivir aislados, no fortalece, sino que debilita el hogar y hay quienes se
han acostumbrado a estas relaciones, en las que lo único que les une es el
apellido o el habitar una misma casa. (Lucas 11:14-23) Una casa divida cae.
Es bueno, ayuda a sembrar el
amor, es pasar tiempo con los hijos, programar una película para el fin de
semana, ir de paseo, comer un helado, salir a comer, puede convertirse en una
oportunidad para dialogar con los hijos. En nosotros como papas está la
iniciativa, en nosotros está la posibilidad de que la relación al interior de
la familia mejore, crezca, tenga un buen fundamento.
El amor por nuestros hijos
debe proveer todo lo necesario: alimento, abrigo, educación secular y
espiritual, disciplina, protección. De esto se agrada Dios, pero olvidamos la
diversión y actividad social. El amor requiere mucho de los padres: mucho
tiempo, mucha atención personal, mucho sacrificio, mucha paciencia y mucho
valor.
LA
FAMILIA Y LA ORACIÓN
Una de las formas de sembrar
el amor en la familia es la oración, pregunto: ¿Si ora con su familia? La
oración es una bendición que olvidamos. La comunicación con Dios puede ser una
herramienta poderosa para el amor, la felicidad y fortaleza de su hogar. Cuando
las familias tienen tiempo para agradecer a Dios por su misericordia, por su
amor, para alabar y orar a Dios, puede recibir muchas bendiciones.
Hablar con Dios fortalece el
amor en la familia, crece el amor entre esposo y esposa y padres e hijos. Cuando
los miembros de la familia oran el uno por el otro, se valoran más. La oración
también enseña a las familias a mirar más allá de sus propias vidas para pedir
por las necesidades de otros.
Tristemente muchas veces
olvidamos la oración y nos reunimos a orar cuando hay enfermedad o dolor.
¿Cuándo orar con la familia? A la hora de dormir, a la hora de la comida, para
dar las gracias a Dios. ¿En qué otro momento?
Papás, enseñen a sus hijos a
orar. En una ocasión, los discípulos pidieron a Jesús: “enséñanos a orar”
(Lucas 11:1). La oración es algo que se aprende. Muchas veces pensamos más en
el mundo, enseñando a manejar una bicicleta, no hay nada de malo en eso, pero
no olvidemos enseñarles a nuestros hijos a orar a Dios.
La oración es una bendición
(Mateo 26:36-46; 2 Corintios 12:7-10; Santiago 5:13). La oración será un regalo
para el resto de sus vidas. Pero debemos igualmente enseñarles desde niños que
Dios responde nuestras oraciones con un “Sí”, y otras veces con un “No”. En
ocasiones, responde con un “Espera” o “Tengo algo mejor para ti”. Es importante
que nuestros hijos entiendan que la respuesta de Dios siempre será lo mejor
para nosotros.
CONCLUSIÓN
No olvide hacer cosas juntos
como pareja, no olvide compartir tiempo con su familia, no olvide la oración
con su familia, si no lo ha estado haciendo antes, comience ahora. Esto es
demasiado importante como para ignorarlo, esto ayudara a sembrar amor en su
familia. Si ha estado haciéndolo continúe.
Presentado por José
Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se
reúne en Barrancabermeja, Colombia.
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