DIOS TAMBIÉN ES FUEGO CONSUMIDOR
Es muy común hablar sobre el
amor de Dios, que nos amó cuando éramos enemigos (Romanos 5:6-10), que nos amó
tanto que dio a Su Hijo unigénito para morir por nosotros (Juan 3:16; 10:17-18;
1 Juan 4:9-10), que Él nos amó primero, no siendo merecedores de su amor (1
Juan 4:19), Que Él nos ama lo suficiente, tiene paciencia para que alcancemos
la salvación. Es muy importante siempre recordar su amor, pero muy poco se
habla de que Dios también es fuego consumidor. Hebreos 12:19, dice: porque
nuestro Dios es fuego consumidor. Véase Deuteronomio 4:24, dice: Porque Jehová
tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. El Libro de los Hebreos según su
contexto, Dios es fuego consumidor para el hermano que renuncia a su fe en
Cristo por volver al judaísmo, también lo es para todo pecador que en el juicio
final se encuentre fuera de Cristo.
Al leer la Biblia, se resalta
la ira de Dios. En el Antiguo Testamento, la ira de Dios es una respuesta al
pecado y la desobediencia del hombre. La ira de Dios es dirigida hacia aquellos
que no siguen Su voluntad. Por ejemplo: Levítico 10:1-2, dice: “Nadab y Abiú,
hijos de Aarón, tomaron sus respectivos incensarios, y después de poner fuego
en ellos y echar incienso sobre él, ofrecieron delante del Señor fuego extraño,
que Él no les había ordenado. 2 y de la presencia del Señor salió fuego que los
consumió, y murieron delante del Señor”. Es importante leer detenidamente este
texto los que enseñan que no importa cómo adoramos a Dios. La historia de Nadab
y Abiú enseña claramente la ira de Dios, pero este castigo no se compara con el
ser echados en el fuego del infierno no para ser consumidos sino para sufrir
eternamente.
PASAJE BÍBLICOS QUE HABLAN DE LA IRA DE DIOS.
Génesis 6:5-7, “Y el Señor vio
que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de
los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal. 6 y le pesó al
Señor haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón. 7 y
el Señor dijo: Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado, desde el
hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo, porque me pesa
haberlos hecho”.
Éxodo 7 – 12, con diez plagas
Dios derramó su ira sobre Egipto. Causaron terrible sufrimiento y muchos
murieron.
Jueces 16:27-30, Dios dio a
Sansón la fuerza para matar a miles de filisteos. “Y el edificio estaba lleno
de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los filisteos estaban allí. Y
sobre la azotea había como tres mil hombres y mujeres mirando mientras Sansón
los divertía (se burlaron de él). 28 sansón invocó al Señor y dijo: Señor Dios,
te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas solo esta vez,
oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos. 29 Y Sansón
asió las dos columnas del medio sobre las que el edificio descansaba y se apoyó
contra ellas, con su mano derecha sobre una y con su mano izquierda sobre la
otra. 30 Y dijo Sansón: ¡Muera yo con los filisteos! Y se inclinó con todas sus
fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo
que estaba en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había
matado durante su vida”.
1 Samuel 15:3, Dios mandó al
rey Saúl que destruyera por completo a los amalecitas. “Ve ahora, y ataca a
Amalec, y destruye por completo todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes
bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho,
a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos”.
En el Nuevo Testamento,
Nuestro Señor Jesucristo fue quien más hablo del infierno. Mateo 5:22, Dice:
"el que dice ‘¡Necio!' será expuesto al infierno de fuego. " Mateo
5:29, Dice: "Si tu ojo derecho te hace pecar, sácalo y échalo de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea
echado al infierno”. Mateo 8:12, Dice: "Pero los hijos del reino serán
echados a las tinieblas de afuera. Allí será el llanto y el crujir de
dientes". Mateo 10:28: "Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero
no pueden matar el alma. Sino más bien temed a aquel que puede destruir el alma
y el cuerpo en el infierno”. Significa la pérdida del bienestar, es decir,
ruina total del cuerpo y alma en el infierno. Mateo 25:41, dice: "Entonces
dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno
preparado para el diablo y sus ángeles". Marcos 9:43, Dice: "Si tu
mano te hace pecar, córtala. Es mejor entrar en la vida manco que teniendo dos
manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado”. Lucas 16: 22-24, dice:
"Así fue como murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham y murió también el rico y fue sepultado. Y estando en tormentos en el
Hades, alzó sus ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24
"Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y
envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi
lengua; porque estoy atormentado en esta llama”. Después de la muerte se tendrá
conciencia.
El apóstol Pablo, también lo
enseño: Romanos 1:18, Dice: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres”. Dios puede castigar, por
ejemplo, por medio de diluvios, terremotos, hambres, pestilencias, etcétera).
El Evangelio también revela la ira de Dios que el pecador no redimido por
Jesucristo sufrirá en el infierno. 2 tesalonicenses 1: 7-9, Dice: "cuando
el Señor Jesús se revela desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama
de fuego, para dar retribución a los que no conocen a Dios, y sobre los que no
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, los cuales sufrirán pena de eterna destrucción excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder".
Si creemos en Dios Padre, en
su hijo Jesús, debemos creer en la salvación y condenación. Lugar tormento,
separación de Dios, 2 Tesalonicenses 1:8-9. La palabra de Dios describe el
cielo como un lugar de descanso eterno Juan 3:16; cf. 2 Corintios 5:1; 1
Tesalonicenses 4:15-18; 1 Pedro 1:4; Apocalipsis 7:16-17.
Lugar de tormento: 12 Y vi a
los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según
sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que
había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos;
y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 y la
muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte
segunda. 15 y el que no se halló inscrito en el
libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20 12-15. El pecado ofende y provoca la ira de Dios, el
resultado es el tormento, la perdición eterna.
Presentado por José
Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo que se
reúne en Barrancabermeja, Colombia.
WhatsApp: +57 321 4972304
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