EL CRISTIANO ES SANTO PERO DEBE PERSEVERAR HASTA EL FIN
EL PUEBLO DE DIOS DEBE SER
DIFERENTE AL MUNDO.
La palabra “santo” viene de la
palabra griega “hagios” que significa “consagrado a Dios, santo, sagrado,
piadoso.”
Nuestro Señor Jesucristo
derramo su sangre en la cruz del calvario para que usted y yo llegásemos a ser
santos en toda nuestra manera de vivir (1 Pedro 1:18-20). Dios nos ha escogido
para ser santos (Efesios 1:4), esto se hace posible, mediante el Evangelio, es
decir, la santificación por el Espíritu, el Espíritu santifica por medio de la
palabra inspirada (Juan 17:17) y la fe en la verdad " (2 Tesalonicenses
2:13- 14).
LA
ESCRITURA AL REFERIRSE AL CRISTIANO LO IDENTIFICA COMO SANTO.
1. (Romano 1:7), “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios,
llamados a ser santos”.
2. (1 Corintios. 1:2), “a la iglesia de Dios que está en Corinto,
a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos.”
3. “Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los
santos que habitaban en Lida.” (Hechos 9:32).
4. “Saludad a todos los santos en Cristo Jesús.” (Filipenses
4:21).
Todos los cristianos son
considerados santos. Todos los cristianos son santos... y al mismo tiempo son
llamados a ser santos. (1 Corintios 1:2) dice claramente, “a la iglesia de Dios
que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser
santos...”
Los cristianos somos apartados
del pecado, tenemos nueva vida, (2 Corintios 5:17), como nuevas criaturas que
somos debemos seguir huyendo de la corrupción de este mundo, (2 Timoteo 2:22),
ser la diferencia.
1. (2 Pedro 1:10-11), “Por lo cual, hermanos, tanto más procurad
hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no
caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada
en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
2. (2 Pedro 3:11, 14) “Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas,
¡cómo no debéis vosotros andar
en santa y piadosa manera de vivir”. V. 14 “Por lo cual, oh amados, estando en
espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e
irreprensibles, en paz”.
No olvidemos:
3. (Efesios 5:26-27) Cristo viene por una iglesia gloriosa y
santa.
HERMANO, HERMANA, LA SALVACIÓN
SE PUEDE PERDER SI NO SOMOS FIELES HASTA EL FIN.
¿Qué pasa si un cristiano no
es fiel hasta la muerte (Apocalipsis 2:10)? ¿Puede esta persona ser salva? NO.
La Escritura es contundente, se puede perder la salvación. (Apocalipsis 2:10;
Filipenses 2:12-13; 1 Corintios 9:27; Apocalipsis 3:5; Hebreos 2:1-4). Nuestro
Señor Jesús enfatiza que los únicos que serán salvos son aquellos que hacen
"la voluntad de mi Padre".
(1 Corintios 9:26-27) 26 Así
que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no
como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en
servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser
eliminado. Querido hermano o hermana que lee, ¿Pensaba el apóstol Pablo que él
podía perder su salvación? Según
(Apocalipsis 2:10)
¿Qué pasa si una persona no es
fiel hasta la muerte?
EL
CRISTIANO NO DEBE SER PARTICIPE DEL PECADO AJENO
El apóstol Pablo le escribe a Timoteo de la siguiente
manera: “No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados
ajenos. Consérvate puro” (1 Timoteo 5:22).
¿Qué significa participar en los pecados ajenos? “Que tiene
parte en algo, o entra con otras a la parte en la distribución de ello,
compartir las ideas, ventajas, etc.”.
Participar en los pecados ajenos significa sufrir las
consecuencias de los pecados que uno no cometió, o también ser condenado por
los pecados de otros. “Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella,
pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de
sus plagas” (Apocalipsis 18:4). Mi hermano, salir de "Babilonia" es
dada al pueblo de Dios de toda época.
FORMAS
DE PARTICIPAR EN EL PECADO AJENO
Una forma de participar de los
pecados ajenos es por medio de la comunión o compañerismo con los que practican
el error.
Por ejemplo:(Gálatas 2:9). “Y
reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran
considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de
compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la
circuncisión”. No es un simple saludo, los apóstoles le dieron a Pablo y a
Bernabé la diestra en señal de compañerismo, de aprobación. Hoy en día puede
ser presentación en el local de reunión, compartir sus enseñanzas, estrechar su
mano.
En este caso, se trata de un
apoyo moral, de un reconocimiento como personas dignas y que estaban
obedeciendo a Dios. En este caso la señal de compañerismo lleva a una
participación de lo bueno, pero es muy claro que también puede tratarse de
compañerismo en hacer lo malo en cuyo caso la participación es en el pecado
ajeno por medio del apoyo.
Se puede participar de los
pecados ajenos por medio del compañerismo con el que no anda conforme a la
doctrina de Cristo. (1 Corintios 5:9-11) “Os he escrito por carta, que no os
juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los fornicarios de este
mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal
caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os escribí que no os juntéis
con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis”. (Gálatas 2:11-13),
“Pero cuando Pedro vino a Antioquia, le resistí cara a cara, porque era de
condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los
gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía
miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los
otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la
hipocresía de ellos”
Otra manera de participar en
los pecados ajenos es mediante guardar silencio cuando se conoce el pecado. “Y
no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien
reprendedlas” (Efesios 5:11).
Es muy común escuchar: “El
hermano vera” o “Ellos son los que van a pagar por eso” “Ellos conocen la
verdad” “Dios es quien juzga”. Con esas palabras muchos cristianos quieren dar
a entender que ellos no tienen nada que ver en el comportamiento (pecado) de
esa persona y que por lo tanto ellos no tienen la culpa de tal pecado. La
Escritura es contundente ante ese tipo de pensamiento y enseña que el cristiano
si puede ser encontrado culpable por causa de los pecados de otra persona.
Cuando una persona que se dice cristiano comete faltas contra la doctrina de
Cristo, debe ser disciplinada, y no dar palmitas en la espalda y creer que todo
está bien.
Es muy claro. Si la iglesia de
Cristo o un cristiano en particular hacen caso omiso de este mandamiento,
disciplinar, se hace culpable de participar de los pecados ajenos. “Si alguno
viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis:
¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”
(2 Juan 10-11).
Las malas obras no son
solamente el no traer la doctrina pura de Cristo, sino también en no practicar
(Conducta) la doctrina de Cristo. Es decir, si se establece una bienvenida con
el conocimiento del pecado en que se encuentra la otra persona, sea doctrinal o
sea de comportamiento, se establece una participación en sus malas obras. No
reprender es ser participe. “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”
(Santiago 4:17).
¿El pecado, por el que la
persona va a ser condenado es el de no actuar conforme a lo ordenado por las
escrituras frente al pecado de otros?
PASAJES
BIBLICOS SOBRE NO PARTICIPAR DE LOS PECADOS AJENOS
(1 Samuel
3:12-13) En ese día cumpliré contra Elí todo lo que he hablado sobre su casa,
desde el principio hasta el fin.13 Porque le he hecho saber que estoy a punto
de juzgar su casa para siempre a causa de la iniquidad que él conocía, pues sus
hijos trajeron sobre sí una maldición, y él no los reprendió.
(Hechos
5:1-2,9) Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una
heredad,2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo
una parte, la puso a los pies de los apóstoles.9 Y Pedro le dijo:
¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He
aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a
ti.
(Hechos 8:11)
Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra
la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras
de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. (Hechos 22:19-20) Yo dije: Señor,
ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que
creían en ti;20 y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo
también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los
que le mataban.
Romanos 1:32 quienes,
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican.
¿SI UN
CRISTIANO PECA QUE DEBE HACER?
1 Juan 5:16. El apóstol Juan
nos enseña mucho sobre el pecado. Nos dice que todos somos susceptibles al
pecado (1 Juan 1:8), Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros
mismos, y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados,
él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad,
(1 Juan 1:9). Al confesar, la sangre de Nuestro Señor Jesús continúa
limpiándonos de todo pecado, (1 Juan 1:7), y Cristo intercede por nosotros ante
el Padre, (1 Juan 2:1), Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no
pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo.
Al tener claro que podemos
pecar, pero si confesamos y apartamos, (Proverbios 28:13), el Señor nos
perdona. Cualquier cristiano que rehúse arrepentirse de su pecado no tendrá
perdón de Dios. Si el pecado es privado pedir perdón privadamente, si es de
conocimiento público, públicamente pedir perdón.
Conclusión
Filipenses
3:14
Prosigo hacia la meta para
obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. No es solo
nacer de nuevo, se debe perseverar hasta el final de nuestra vida. Cristo dijo,
“…Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de vida” (Apocalipsis 2:10).
Debemos ser la diferencia en este mundo. El apóstol Pablo también dijo, “…
Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12-13). También
nos exhorta a crecer en la obra del Señor, sabiendo que nuestro trabajo en el
Señor no es en vano (1 Corintios 15:58; Hebreos 6:10). ¿Qué aporto en la iglesia?
No olvidemos, la Escritura dice que “el que persevera hasta el fin, éste será
salvo” (Apocalipsis 2:10).
Presentado
por José Fernando Pava Romero, es miembro y predicador de la iglesia de Cristo
que se reúne en Barrancabermeja, Colombia.
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