NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDES HACER HOY
En un entierro una persona decía:
“La persona cuando muere
alguien le llora, le gritan que no te vayas, le llevan flores, se quieren meter
a la tumba, pero cuando están vivos ni cariño le dan, te maltratan física y
emocionalmente, te insultan, no te valoran, y si te mueres, es el único momento
que no te quieren soltar, ahí es cuando todos te aman. Los sentimientos se
demuestran en vida, ya muerto no sirve de nada”.
"Ojalá lo hubiera
hecho...".
"Hubieran deseado pedirle
perdón".
No debemos dejar para mañana
lo que podemos hacer hoy, y todo ser humano debe comprender que la vida es como
la neblina, está y luego desaparece. Santiago 4:14 Biblia de las
Américas dice: "Sin embargo, no sabéis lo que será vuestra vida
mañana".
Puede que mañana sea demasiado
tarde para pedir disculpas, demasiado tarde para intentarlo, demasiado tarde
para un abrazo, demasiado tarde para un “te quiero”, demasiado tarde
para un “te echo de menos”.
Cuando fue la última vez que
le dijo a su esposo o esposa, te amo, cuando fue la última vez que abrazaste a
tus papas, y le dijiste te amo, cuando fue la última vez que abrazaste a tus
hijos y le dijiste que son importantes, que los amas.
Si tuvo algún problema, no
espere que sea demasiado tarde para reconciliarse. Si es posible, en cuanto
dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres, (Romanos 12:18).
Si la persona no quiere reconciliar, usted lo intento, pero este siempre con la
disposición de perdonar, (Marcos 11:25). Busca la reconciliación, no
sabes si usted o la persona con la que discutió verán el sol de mañana.
Si tuvo un problema con su pareja,
antes de dormir solucione las cosas Efesios 4:26-27 nos aconseja:
"no se ponga el sol sobre vuestro enojo". Si el enojo permanece en el corazón, puede producir
malicia y amargura, además , usted no
sabe si sea su ultima noche, no sabe que va a pasar esa madrugada. No
espere que sea demasiado tarde.
“Mañana lo hago”, recuerda: Proverbios
27:1 (NBV) No presumas del día de mañana porque no sabes lo que el
día traerá.
También quiero animarle a
obedecer el plan de salvación que Dios ofrece, ya que nada hacemos si estamos
bien con nuestros familiares, amigos, vecinos pero alejados de Dios.
Dice Mateo 16:26 (PDT), “De
nada vale tener todo el mundo y perder la vida. Nadie puede pagar lo suficiente
para recuperar su vida”.
Plan
de salvación
Oír, con entendimiento, el evangelio. "Así
que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de
Dios" (Romanos 10:17). Según 1 Corintios 15:1-4, el evangelio
consiste en tres puntos fundamentales: (1) La muerte, (2) Sepultura, y (3)
Resurrección de Jesús. En el día de Pentecostés, como tres mil personas
obedecieron el evangelio de Cristo (Hechos 2:36-41).
Creer de todo corazón. "Pero sin
la fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que
le buscan" (Hebreos 11:6). La fe en Jesucristo es
esencial para la salvación.
Arrepentirse de sus
pecados. Es decir, sentir vergüenza por ellos y determinar no
seguir pecando, seguir su conducta a las normas establecidas por Dios. Es
decir, según la definición bíblica, arrepentimiento significa un cambio de
mente, un cambio de parecer.
"Pero Dios... ahora manda
a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por
cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con
justicia" (Hechos 17:30-31). "Arrepentíos y convertíos,
para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del
Señor tiempos de refrigerio" (Hechos 3:19).
Confesar el nombre de
Cristo. "Si confesares con
tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación" (Romanos
10:9-10). Cuando "un etíope, eunuco, funcionario de Candace
reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros", oyó el
evangelio y quiso obedecerlo, bautizándose, el evangelista Felipe le
dijo: "Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo,
dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios" (Hechos
8:26-40). El ser humano debe confesar a Cristo como el Hijo de Dios.
La persona debe ser sumergida
en agua conforme a la enseñanza del Nuevo Testamento. Bautizarse
(sumergirse) en el agua "para perdón de los
pecados" (Hechos 2:38).
Luego del bautismo sus pecados
son perdonados, tiene nueva vida (Romanos 6:4), Cristo lo añade a su iglesia
(Hechos 2:47). De ahí en adelante, es necesario ser "fiel hasta la
muerte" para heredar la vida eterna (Apocalipsis
2:10).
DESPUES
DE LA MUERTE NO SE PUEDE HACER NADA
PRESENTADO
POR JOSE FERNANDO PAVA ROMERO
MIEMBRO DE LA IGLESIA DE CRISTO QUE SE REUNE EN BARRANCABERMEJA