¿MALDITO EL HOMBRE QUE CONFÍA EN EL HOMBRE?



Muchas personas piensan que la enseñanza, maldito el hombre que confía en el hombre, enseña que no debemos confiar en las personas. Si el pasaje enseñara eso, debemos preguntarnos: ¿No debemos confiar en nuestra pareja? ¿No debemos confiar en nuestros padres? ¿Los padres no pueden confiar en sus hijos? ¿No trabajaría porque no confía en su empleador?

Es importante tener presente el contexto del libro de Jeremías para poder comprender la enseñanza de (Jeremías 17:5).

CONTEXTO

1.   El reino dividido. Israel ha caído, y ahora Judá está por caer.

2.    Israel dejó a Dios, como una novia a su esposo (2:1-3:5).

El Señor dijo: «Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí.» Jehová quiere saber: «¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí?» Después de todo lo que Dios hizo por Israel en aquellos días, no le buscaron y recurrieron a los ídolos. Por tanto, El Señor contenderá con Su pueblo. Él dice: «Mirad en derredor desde el desierto a las islas lejanas del mar; ¿alguna nación ha cambiado alguna vez sus dioses? Pero mi pueblo ha hecho dos males: Porque dos males han hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua (ídolos).» El Señor dice: «¿Sabéis porque todos buscan hacerte el mal? Lo habéis buscado vosotros mismos al abandonarme. Tus reyes, tus sacerdotes y profetas han traído vergüenza sobre vosotros; dicen a un leño: Mi padre eres tú; y a una piedra: Tú me has engendrado.» Judá había persistido en buscar ayuda de Egipto y en negociar con Asiria. Pero no hay ayuda para ellos mientras permanezcan contaminados y en pecado. Dios ofrece recibir de nuevo a Israel.

3.   La Conducta de Judá, Peor que la de Israel (3:6-4:2).

En los días de Josías, Dios dijo a Jeremías que observase lo que pasó a Israel: «Se ha prostituido, y Yo esperaba que volviese a mí, más no lo hizo. La despedí y le di carta de repudio. La rebelde Judá vio lo que pasó, fue y se hizo peor que Israel. “El Señor llamó a Judá para que volviese. Les dijo que les daría pastores que la guiasen bien. Jerusalén sería llamado el trono de Jehová. Judá caminaría con Israel desde el norte, y regresaría a la tierra que Dios les dio a sus padres por herencia.

4.   Amenaza de Castigo Abrumador si Judá no se Arrepiente (4:3-6:30).

5.   Jeremías es Enviado a Hablar a los Adoradores en el Templo (7:1-10:25).

Dios dijo a Jeremías que fuese a la puerta de la casa del Señor y les dijese: «Escuchad, vosotros que adoráis a Jehová: enderezad vuestros caminos, y haré que permanezcáis aquí. Pero no penséis: El templo de Jehová está entre nosotros. Eso no os salvará. Sólo si os arrepentís, permaneceré en vuestra tierra. “Dios advierte a Su pueblo que no confíe en palabras de mentira expresada por falsos profetas. Su idolatría y terquedad serían castigadas.

6.   Una Conspiración contra Dios y Contra Jeremías (capítulos 11-12).

El Señor dice que Judá no guardó el pacto que Dios hizo con ellos cuando los trajo del horno encendido de Egipto. En ese entonces dijo: «Obedeced mi palabra, y haced como yo os mando, y así seréis mi pueblo, y Yo seré vuestro Dios» (ver Éxodo 19:5-6). Pero una conspiración se descubre entre los hombres de Judá. Han vuelto a las iniquidades de sus antepasados y han roto el pacto que hice con sus padres.

7.   El Cinto podrido (capítulo 13).

8.   La sequía y una oración pidiendo misericordia; Jehová dice que no (capítulos 14-15).

9.   A Jeremías le es ordenado no casarse (capítulos 16-17).

Jehová ordenó a Jeremías que no se casase debido al dolor que vendría a los hijos del pueblo. “De muertes crueles morirán”. “No entres en casa de luto. He quitado la paz de este pueblo. Habrá tanta muerte que no habrá ocasión de lamente. Tampoco habrá banquetes ni alegría. Se menciona un tiempo de restauración, pero primero debe venir el castigo debido a la iniquidad y el pecado. El pecado de Judá está escrito con un lápiz de hierro y la punta es de diamante sobre las tablas de sus corazones, mientras recuerdan sus altares y sus imágenes de Asera. Necios son aquellos que confían en sí mismos. Sólo se puede depender del Señor.

El capítulo 17 versículo 5 es el resultado de poner la confianza en otras naciones, Juda, puso su confianza en Egipto, Asiria y olvido a su Dios. Ahora, el pasaje Bíblico, no enseña que no debemos confiar en nadie.  Tenemos un ejemplo donde Dios enseña que los apóstoles deben buscar personas de confianza. (Hechos 6:3 PDT) Entonces, hermanos, elijan de entre ustedes a siete hombres de toda su confianza. 

La reflexión para nuestro día seria ¿En quién ponemos nuestra confianza en cuanto a la salvación? Dios ha prometido el perdón de pecados, pero ha especificado como obtenerlo (Hechos 2:38; 22:16). Él ha prometido que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, pero ha declarado lo que debemos hacer (Mateo 28:18-20). Él ha prometido la corona de la vida eterna, pero hay requisitos que cumplir (Apocalipsis 2:10). La única guía en cuanto a la salvación es la Escritura, allí encontramos la voluntad de Dios.

 

También es muy cierto, frecuentemente el pueblo de Dios comete el grave error de poner su confianza en los mismos lugares que el mundo la pone (Jeremías 5:17; 12:5). Los cristianos debemos ser personas de fe y confianza, pero debemos aprender a poner nuestra confianza en el lugar correcto, en Dios, en su enseñanza (2 Timoteo 3:16-17).

 

 

PRESENTADO POR JOSE FERNANDO PAVA ROMERO

MIEMBRO DE LA IGLESIA DE CRISTO EN BARRANCABERMEJA

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