NO A LA INNOVACION EN LA OBRA DEL SEÑOR
“La innovación es un proceso
en el que se implementa algo nuevo, es decir, modifica elementos o ideas ya
existentes, creando nuevos para impactar mejor”.
No todo el que me dice:
«Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad
de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21
Para poder entrar al reino de
los cielos es mandamiento hacer la voluntad de Dios, la voluntad de Dios la
encontramos en el Nuevo Testamento, es imprescindible hablar y actuar conforme
a lo que está escrito, 1 Pedro 4:11, Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios ;si
alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para
que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y
el imperio por los siglos de los siglos. Amén. El Nuevo Testamento es la guía
para hacer la voluntad de nuestro Señor.
También tener presente que no
podemos creernos mas sabios que Dios, usurpando o innovando para preparar
obreros para el Señor, ya que nuestro Señor dejo todo planificado en sus
sagradas Escrituras, 1 Corintios 4:6, Pero esto, hermanos, lo he
presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que
en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea
que, por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
Hoy en día , se ven muchas
innovaciones para llevar a cabo la obra asignada a la iglesia local, hablando
de las instituciones antibíblicas.
Los “Institutos Antibíblicos o
Escuelas antibíblicas” que suplantan la
obra de la iglesia local para capacitar a los cristianos y las iglesias que
dejan de hacer su obra y pasan la responsabilidad de capacitar a sus miembros a
los Institutos antibíblicos, no hacen la voluntad de Dios, son culpables de
pecado.
Cada iglesia local es
responsable de la obra de edificación, y tiene los medios necesarios para ese
propósito:
2 Timoteo 3.16 Toda
la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Efesios 4.11 Y él
mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
El deseo de este servidor es
hablar conforme a la voluntad de Dios, es deber señalar el error donde quiera
que esté, sea en el mundo, o sea entre la hermandad, 2 Timoteo 4:2-4, que
prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende,
exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá
tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír,
se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Es muy claro resaltar que la
capacitación de los cristianos es responsabilidad de cada iglesia local, Hechos 20:28; Efesios 4:11, 12, los
Institutos o Escuelas Antibíblicas son instituciones humanas, no planificadas en
la obra de Dios.
PRESENTADO
POR JOSÉ FERNANDO PAVA ROMERO
MIEMBRO
DE LA IGLESIA DE CRISTO EN BARRANCABERMEJA